Impacto económico en los países de origen
Las principales consecuencias del desplazamiento masivo de personas, en los países de origen, están relacionadas mayormente con el envío de remesas económicas. El impacto de estos ingresos de dinero ha sido ampliamente discutido, de donde se destacan dos posturas. Según el estudio “Do International Migration and Remittances Reduce Poverty in Developing Countries” en promedio, un aumento del 10% de migrantes de un país está correlacionado con una disminución del 2.1% al 3.5% de personas en situación de pobreza. Sin embargo, estos ingresos de divisas reducen la pobreza de manera temporal, debido a que no logran superar las limitaciones estructurales que inhiben el crecimiento económico de los ciudadanos. Por otra parte, algunos autores resaltan un posible estancamiento de la economía a causa del aumento de los precios relativos de los distintos sectores productivos. Esto ocurría debido a que las divisas entrantes tendrían un mayor valor en el mercado internacional, por lo que, su cambio a la moneda local aventajaría a la hora de consumir bienes o servicios a las personas receptoras de remesas.
Impacto económico en los países de destino
A pesar de que existe una concepción negativa acerca del impacto que tienen los inmigrantes en un país, los efectos resultantes llegan a ser neutros o hasta cierto punto beneficiosos. Debido a su situación los extranjeros ocupan sectores laborales poco considerados por los nativos y presentan una mayor flexibilidad espacial, es decir que están dispuestos a desplazarse a otras regiones. De este modo, estas personas cubren necesidades cada vez más demandadas en países desarrollados como el cuidado de adultos de la tercera edad; y gracias a su disposición para desplazarse ayudan a reducir los desequilibrios regionales. Además, los lugares receptores de inmigración frecuentemente tienen apertura a nuevos mercados donde se venden productos provenientes de los países de origen de los extranjeros.
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